miércoles, 9 de julio de 2014

LO QUE NO TIENE NOMBRE

Para que le tocaran el pelo inclinó su cabeza como una gran confianza

como una entrega en su deseo

por sus alrededores acontecían maravillas

una necesidad de manos y maniobras

inclinó su cabeza

y mis dedos entraron a su seca delicia

ella aparece y sus alrededores

tienen que ver con mis desastres

celebro esa mujer

canto a sus animales agazapados tiernos buscándose en los míos

canto a la delicada

como una asamblea de obreros reunidos por el triunfo

un aire de mujeres rodea a esa mujer

un espacio que espera sus acontecimientos

una felicidad una gran madre

un lugar donde cuelga las trampas de la noche

especie de delirios y sábanas y furias

y un niño siempre un niño

con la cabeza hundida en tetas silenciosas

como planetas dulces

que recién terminaron de sufrir

Juan Gelman ­ Modigliani

CARPE DIEM

Si va a ser corto, que sea vívido, intenso, que cale hondo y llueva hasta en los huesos, que invada, que llegue, que atraviese los poros, que invoque la kinestesia de los colores.

Aunque sea un amor bobo, aunque te busque en la noche, en las caras de la gente, en la hendidura de la almohada, en los ecos de tus pasos ausentes y me duelas en todo el cuerpo, y ya no estés.

 Pero que vengas y te quedes, para que seamos brevemente eternos...

viernes, 4 de julio de 2014

Tu piel, entre todas las demás

Tersa como la magnolia tu piel Amado
o con la pelusilla del durazno
la porosidad de la naranja
la aspereza del higo.
Es tu piel
que yo reconocería entre la piel de todos los hombres que son
los que fueron
los que serán un día.
Pueden vendarme los ojos
arrancarlos.
La yema de los dedos la lengua el olfato jamás nos traicionarían.

Saben ellos dónde encontrar la suavidad
dónde la arruga
dónde hallar el olor a heliotropos pinos pimienta persicaria
dónde está la sal el díctamo de Creta
el sauzgatillo la émula campana
la salmuera la miel el almíbar. 
Me revuelco Amado en tu piel
como si estuviera revolcándome sobre las hierbas del paraíso.
Glauce Baldovin. Libro del Amor